viernes, 16 de marzo de 2012

NO VERLO Y CREERLO


No lo veo, claro que no. Pero puedo sentir que está aquí conmigo, que nunca me abandona, que me escucha cuando lo necesito. Que de una manera y otra me hace ver lo que hago mal y me da un pequeño impulso para levantarme cuando me caigo. Podría decir Él no existe, que todo es mera casualidad, pero no; es eso consiste la fé ¿no? En creer en algo que no ves pero que de alguna manera te influye. En este caso, así soy yo; una persona de fé, que cree aunque no ve.



María Clavijo y Cristina Marchán